Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

¿Por qué a los españoles se nos da tan mal aprender inglés?


Este verano me ha dado por aprender inglés en el London Institute of English -podéis ver más información sobre el mismo en este enlace-, ha sido una experiencia muy interesante y todavía sigo con el curso. Pero al entrar en el método de inmersión lingüística (o lo que llamo yo, la verdadera forma de aprender inglés, mediante conversaciones, diálogos simulados etc...) me he dado cuenta de lo “fastidiados” que estamos los españoles para aprender inglés. Sinceramente, doy gracias por haberme he topado con una academia de este tipo, porque está claro que con nuestras limitaciones, necesitamos una enseñanza de verdad y de calidad. Vamos a ver a qué me refiero.


                Los españoles parecemos tener el inglés como nuestra cruz, como nuestra lengua maldita, algo así como nuestro reto más grande. Pero, ¿por qué nos cuesta tanto aprender y hablar correctamente el inglés? ¿Por qué tenemos la sensación de no estar a la altura de otros europeos, seamos universitarios o no?


                En primer lugar, por una limitación de nuestro propio idioma. Un hablante nativo de portugués, por ejemplo, cuenta con un importante armamento: la vocal “o” abierta y la vocal “o” cerrada, la vocal “e” abierta y la vocal “e” cerrada y la vocal “a” abierta y la vocal “a” cerrada. Os preguntaréis por qué es esto un importante armamento... pues porque para pronunciar diferentes idiomas tenemos que haber aprendido de pequeños una buena cantidad de sonidos vocálicos. Ese es nuestro primer problema: la limitación de sonidos vocálicos. En español tenemos escasas 5 vocales, en inglés, con las variaciones en la pronuncia, tienen 10.


                En segundo lugar, el maldito doblaje. Sintiendo la brusquedad, no hay otra palabra para definirlo. El periodo crítico de aprendizaje de idiomas, como lo llaman los psicólogos, se extiende hasta, más o menos, los tres años. El cerebro de un niño, nace sin conexiones hechas. A medida que escucha palabras, se van formando conexiones entre sus neuronas para las palabras; a medida que ve objetos, se construyen conexiones para identificar determinadas formas con algo conocido; a medida que aprenden a andar, se forman conexiones entre neuronas que le permiten ejecutar movimientos aprendidos... Por tanto, para aprender un idioma y quedarse con los sonidos necesarios para hablarlo, lo ideal es que el niño lo escuche desde bebé. Si un niño, que aprende en la escuela un solo idioma, escucha todos los días otro idioma en la televisión, formará conexiones cerebrales para determinados sonidos, construcciones, palabras... que aunque no use –no ejecute- le sirve para identificar y reconocer. En efecto, el proceso de aprendizaje se hace tremendamente más fácil. Y en España, lo rechazamos.


                Por último, España ha sido de los últimos países del “primer mundo” en incluir el inglés en sus clases. Hasta los años 70 del siglo XX, su implantación en nuestros centros escolares era muy reducida.


                En conclusión, igualar el nivel de competencia lingüística de otros países europeos en inglés suena misión imposible, pero todo se puede hacer. Repetimos, “suena” pero no “es” imposible, porque no hay nada imposible. Por ejemplo, como mencionábamos antes, el aprendizaje mediante el método de inmersión lingüística resulta perfecto para nosotros, pues además de estar personalizado, nos sumerge de lleno en el idioma y en su práctica. Recordemos que un idioma no es solo teoría, justo al revés, es una herramienta y, por tanto, hay que usarla (aprender inglés). Dicho esto, os animo a que busquéis un centro o una academia o, por qué no, uno online, mucho más cómodo, como el London Institute of English, que os enseñe siguiendo este método. ¡Dadle duro!